La Keratina, una proteína fibrosa, flexible y fuerte, es el principal bloque constructor del pelo, la piel y las uñas.
Suele derivarse de fuentes naturales como la lana de oveja, las plumas de pájaro y pezuñas de animales para su uso como agente de refuerzo en productos de belleza. La extracción de la misma a través de la hidrólisis preserva el valor de los componentes.
Es rica en aminoácidos esenciales, como la L-cisteína, lo que la hace un ingrediente valioso para el cuidado de la piel y del cabello. Dependiendo de las características de estos aminoácidos, la keratina es rígida o flexible. Por ejemplo, en el caso del cabello, la keratina es flexible mientras que la queratina que encontramos en el cuerno de un animal es dura.